Verano en el Hospital

Más de una vez me han preguntado si la gente que van presencialmente al Hospital van realmente de corazón o simplemente por vivir la experiencia y nada más.  Este sábado contamos con la inestimable colaboración de Silvia (máxima responsable de la compañía Ad-dunia). Nuestra amiga y su chicas tuvieron un importante espectáculo la noche antes en el SIS Festival de Estepona y su actuación terminó de madrugada. Por supuesto esto no hizo que ni dudara en responder a mi llamada con la mejor de sus sonrisas diciendo que le encantaría acompañarnos y ayudar en todo lo que hiciera falta. Sacar vuestras conclusiones.

Por mi parte comentar que siempre me cuesta descansar la noche antes de ir al Hospital. Es algo que tengo comprobado. Da igual que me acueste tarde o temprano que no duermo bien. Tengo la cabeza activada y no consigo relajarme por muchas horas que duerma. Por supuesto el pasado viernes no fue una excepción así que estaba despierto pronto y antes de la hora acordada en el lugar de reunión listo para ver cómo nos iba el día.  No paraba de pensar que las últimas semanas habían sido un poco rara para nosotros. Entre la gran obra que se está realizando en el Hospital y que afortunadamente no han habido niñ@s que pudiéramos ayudar habíamos perdido un poco la rutina de trabajo tanto para organizar la jornada como para desarrollarla. Veamos como sale la cosa.

Nada más llegar pudimos ver que la obra de la planta estaba casi lista y sólo  veíamos  algún que otro pintor. Imagino que en pocas semanas volverá todo a la normalidad o al menos esa es mi impresión. Las enfermeras como siempre nos ayudaron explicándonos los pacientes que había, la situación de cada uno y explicando a niños y familiares quiénes éramos. No eran muchos pero eran grandes (todos más de 8 años) por lo que podríamos además de jugar enseñarles muchas cosas.

La primera en aparecer fue una niña de ojos preciosos de Ronda que se llamaba Layla. De madre inglesa no paraba de reírse ante cualquier cosa que dijéramos. Para ella eramos lo mejor que le había pasado en los últimos días. Atada a sus máquinas lentamente llegó y se sentó. Me tuve que forzar por no mirar las marcas de quemadura que tenía en el cuello. Le enseñamos los diferentes programas de música que hay, hablamos y nos pusimos a realizar Globoflexia.  Yo intenté que escuchara U2, The Cure, Joy Division ... pero nada. Que Hannah Montana o Miley Cyrus. Por cierto ¿Sabéis que Hannah Montana y Miley Cyrus son la misma persona? Yo lo sabía pero mola que te lo cuente una niña de 8 años jejejeje. Ni que decir tiene que Silvia se la ganó de primeras. Se lo pasaron de maravilla las dos haciendo figuras y poniendo nombres a los cisnes, flores, espadas ... que iban haciendo. Así de primeras recuerdo que estaban Presumida, Afilada, Jasmine y por supuesto Duque, que era el perro "malo" que acompañó a Layla a realizar unas importantes pruebas que tenía. Creo que el perro nos gustó más a nosotros que a la niña.

Por cierto, Layla le contó a Silvia que sus quemaduras eran debidas al cinturón de seguridad de un coche. Días antes había tenido con su abuela un grave accidente en San Pedro y el cinturón le había salvado la vida. Si sois lo suficientemente inteligentes ya sabéis que tenéis que hacer cada vez que os montéis en un vehículo  ¡Poneros el Cinturón!

Por otro lado teníamos a Talal y a Nicolas. Dos chicos extranjeros con los que estuve hablando en inglés durante toda la mañana. Talal es un chico de 13 años de un país de la antigua URSS que actualmente vive en Arabia Saudí y está de vacaciones en Marbella. Le costaba andar por una operación y nos estuvimos contando nuestra vidas. Nicolas decía que era de Marbella pero no hablaba nada de castellano, era muy rubio y con una cara de inglés que no podía con ella. Pero si él dice que es de Marbella es de Marbella y ya está.

Jugamos al ajedrez y al Mahjong. El Mahjong es esa especie de dominó chino que entretiene mucho. A Talal le encantó y estuvimos buscando por la Wikipedia su historia y demás cuestiones relacionadas. Por otro lado Nicolas se notaba que estaba mal. Tenía fiebre y estaba bastante cortado pero Talal no dudó en enseñarle el juego y echar un rato con él. Quiero creer que podrán hacerse compañía los días de Hospital y así distraerse mutuamente. 

Cuando nos vinimos a dar cuenta ya era la hora de comer. Recuerdo que Silvia dijo "¿Ya es la hora? Lo rápido que se pasa la mañana" Nos despedimos de nuestros nuevos amig@s y nos fuimos con la pena de no saber cómo habían ido las pruebas de Layla. De todos modos seguro que bien. Estaba con Duque que le ayudaría.

Me fui con una buena sensación. Creo que Silvia iba orgullosa del pequeño gran granito de arena que había aportado. Que la gente que viene se vaya contenta y orgullosa de lo que ha hecho me llena mucho y más si es una persona tan vital, positiva y risueña como ella. Nos despedimos y cuando entré en el coche me entró sueño. Mucho sueño. Me acordé que no había descansado bien y recuerdo que me llamó la atención que no deja de sorprenderme que sales del Hospital y ves a un lado un perfecto verde campo de golf y al otro la playa y el mar azul ambos llenas de turistas disfrutando y felices. Tan lejos, tan cerca. 

Digg It! Stumble Delicious Technorati Tweet It! Facebook

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha encantado tu entrada gustavo... eres un máquina!! Yo creo que todo el mundo va de corazón, pero sobre todo porque este proyecto nació en ese preciso lugar, en el corazón. Me hubiera encantado ir, pero bueno, otra vez será. Estoy totalmente segura que se quedaron encantados con Silvia, yo pude comprobar la vez anterior que tiene un don especial pa alegrarles la vida.
Un saludo pa los dos

Gustavo dijo...

Lo importante es que haya gente como tú, Silvia y otros muchos que estén deseando repetir y echar una mano siempre que podéis.

GRACIAS a vosotr@s este "trabajo" es realmente grande.

Un besote y da saludos por el Vaticano de mi parte ;-)

Publicar un comentario

Recogida de dvd y libros